Año: 19, Agosto 1977 No. 396
El Precio del Dinero
Manuel F. Ayau
Quizá lo más difícil de comprender de la teoría monetaria es cuál es el precio del dinero. No se trata del interés.
En círculos financieros suele hablarse del interés como «el costo del dinero», y es así que se oye decir, como ejemplo, «el dinero está al 8%». Estrictamente hablando, esto es incorrecto, pues el interés es el costo del crédito. Es posible, inclusive, la existencia de interés y crédito sin dinero; pues crédito es simplemente una operación de préstamo: Pedro le vende su parcela a Juan pagadera con parte de la cosecha por un número de años, el total de las partes incluyendo el precio pactado más una cantidad adicional por concepto de interés. Probablemente así se llevaron a cabo las operaciones de crédito e interés primitivamente.
El precio del dinero es diferente. Si queremos obtener cien quetzales ¿con qué los compramos? Tenemos que «vender» algo (una cosa o un servicio) que alguien esté dispuesto a comprar en cien quetzales. Quien vende la cosa está con ella, comprando Q.100.00, y lo que vendió es lo que le costó los Q.100.00; ello es el precio que pagó por los Q.100.00.
Para comprar cien quetzales, tendremos que pagar con algo, como ejemplo, aproximadamente 6 quintales de hierro, o 55 sacos de cemento, ó 9 quintales de azúcar, o tantas horas de trabajo.
Precio de Q.100.00
6 quintales de hierro Q.100.00
55 sacos de cemento Q.100.00
9 quintales de azúcar Q.100.00
XX horas de trabajo Q.100.00
Podemos así decir que el precio del dinero es precisamente su poder adquisitivo. Si el precio del dinero baja a la mitad, compraríamos cien quetzales con la mitad de lo que antes teníamos que pagar para conseguir Q.100.00, así:
Precio de Q.100.00
3 quintales de hierro Q.100.00
27.5 sacos de cemento Q.100.00
4.5 quintales de azúcar Q.100.00
(XX)/2 horas de trabajo Q.100.00
Ahora, observemos que en ambos casos no han variado los precios relativos (los precios de un bien en relación a los de los demás bienes):
Precios relativos
6 qq. hierro 55 sacos cemento
6 qq. hierro 9 qq azúcar
55 sacos cemento 9 qq. azúcar
es decir, que el precio del cemento, en términos de hierro o azúcar, no cambió. Los precios relativos no cambiaron por el hecho de que el precio del dinero bajó. Cuando bajó el precio del dinero, simplemente hubo que dar menos cantidad de cosas o servicios para conseguirlo. Igual que cuando baja el precio del maíz hay que dar menos cosas o dinero para obtener maíz. Observemos ahora qué quiere decir que hay que dar la mitad de hierro o cemento para obtener Q.100.00.
Ello significa que para conseguir la misma cantidad de hierro o cemento que se conseguía antes hay que dar el doble del dinero, Q.200.00. En pocas palabras, el precio endinero (no en términos de otras cosas) del hierro o cemento se duplicó.
Lo que es importante tener presente es que el precio del dinero es SU PODER ADQUISITIVO. (También se podría decir que el precio del dinero es el inverso del índice de precios, porque si el precio del hierro es Q.16.67, cien quetzales cuestan 100 x 1/16.67 = 6 quintales de hierro).
Ahora bien, ¿qué es lo que hace fluctuar el precio del dinero?
Al igual que todo lo demás, el precio del dinero lo determina la oferta y la demanda. El dinero se demanda con bienes y/o servicios. La oferta es la cantidad de dinero en circulación.
¿Qué pasa, por ejemplo, si hay superabundancia de maíz, es decir, si la oferta aumenta? Todos sabemos que su precio baja. Y a la inversa, ¿qué pasa si las cosechas de maíz son muy malas y se torna escaso? Su precio sube. El dinero no es diferente. Si aumenta la oferta (la cantidad de medio circulante) en relación a la demanda (bienes y servicios a la venta), el precio del dinero bajará, es decir, los precios de los bienes y servicios estarán a un nivel más alto de lo que estarían si no se hubiese aumentado la oferta.
Esa correlación no es proporcional a un número. Si la cosecha de maíz es 10% menor, como ejemplo, ello no quiere decir que el precio va a ser 10% mayor. Dependerá de la elasticidad de la demanda de maíz y de otros factores.
Esa correlación tampoco es instantánea. Podría subir el precio del maíz en anticipación a una menor cosecha, o inmediatamente después de la cosecha, o podría subir antes de la siguiente cosecha.
Lo mismo sucede con el dinero. La siguiente gráfica expresa lo que sucede cuando el aumento en la oferta de dinero es mayor que el aumento en la demanda de dinero, es decir, en los bienes y servicios producidos con los cuales se demanda el dinero.
Todo lo anterior explica la teoría que algunos llaman «monetarista». No se basa, como puede observarse, en prejuicio o dogma alguno. Es simplemente el reconocimiento de que la ley de la oferta y la demanda es aplicable al dinero, como a todos los bienes económicos.
Es la explicación lógica de por qué baja el precio del dinero cuando éste abunda. Es, pues, la explicación del fenómeno de que cuando todos los precios suben y no cuando hay cambios relativos de precios. Es la explicación lógica del fenómeno que llamamos inflación.