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Año: 24, Abril 1982 No. 508
AYN RAND
1906 -1982
Por Juan Bendfeldt
Los defensores del egoísmo ético, al que de forma peyorativa algunos se refirieron como capitalismo y que es hoy mejor conocido como el sistema social de libertad para emprender, estamos de luto. Ayn Rand falleció hace unas semanas en Nueva York, después de dedicar toda su vida a dar forma a una de las corrientes intelectuales más subversivas en su expresión literaria.
Ayn Rand nació en el seno de una familia burguesa en lo que otrora fue San Petersburgo, en Rusia. Su infancia y juventud tuvieron de escuela el escenario caótico de la revolución Rusa. Asistió a la Universidad de Leningrado, expresando su desprecio por la filosofía marxista y por el comunismo. En 1926 abandonó su país natal, emigrando temporalmente a Chicago, en donde la recibieron parientes lejanos.
Posteriormente, se trasladó a Hollywood, la meca del celuloide, en donde, a pesar de haber entrado ya la gran depresión, mantenía su auge y oportunidades imprevisibles. Sus escasos conocimientos del inglés no le permitieron conseguir de inmediato su anhelo de escribir. Fue así como durante casi diez años trabajó como asistente de guionista, camarera, vendedora de suscripciones, guardarropa y extra en películas. Durante todo ese tiempo sus grandes aptitudes y disciplina las encauzó al dominio de su idioma adoptivo.
Fue así como en 1936 completa su primera novela, «Los que vivimos». Dos años después publica «Himno» (Anthem), una corta novela en la que intencionalmente omite el uso de la primera persona singular. Cinco años después sale a luz su primer «best-seller», «El manantial», cuyo personaje principal fue protagonizado posteriormente por Gary Cooper en una película. El héroe de esta novela es un arquitecto joven que, al darse cuenta de que su obra ha sido alterada para complacer exigencias incompatibles con sus principios, la dinamita.
Casi una década después, a través de la cual el mundo sufrió las dictaduras socialistas de Stalin, Hitler, Mussolini, Franco, Perón y Roosevelt, aparece «La rebelión de Atlas». Esta monumental obra de ficción, publicada en 1952, también fue un «best-seller» que encendió una corriente de redescubrimiento de los valores individuales en las universidades norteamericanas, que no es sino hasta ahora que ha llegado a reflejarse en la vida pública. Por esa época empieza a editar un folleto denominado «Objectivist Newsletter»., que circuló por muchos años difundiendo sus ideas y estableciendo una verdadera escuela de filosofía objetivista. Algunos de los títulos de sus obras posteriores son verdadaderamente elocuentes: «La virtud del egoísmo», «Capitalismo: ideal incomprendido», «La Nueva Izquierda ola Revolución Anti-industrial».
De aquellos que la conocieron hemos recibido comentarios como: «Con ella no se podía ser parcial o neutral», «Su percepción del mundo era blanca o negra, y cualquier sugerencia de gris resultaba despreciada». «Nos guste o no, Ayn Rand era sui generis: sin dudas, irrevocable e intransigentemente individual».
Para formarse una opinión el lector, reproducimos a continuación un segmento de una entrevista hecha a Ayn Rand en 1964.
Entrevistador: «A través de su obra, usted argumenta que en la forma en que el mundo contemporáneo está organizado, inclusive en los países capitalistas, se reprime al individuo y se paraliza la iniciativa. En «La rebelión de Atlas», el personaje John Galt dirige una huelga de los hombres de inteligencia, que resulta en el colapso de la sociedad colectivista alrededor suyo. ¿Cree usted que el momento ha llegado para que los artistas, intelectuales y empresarios de hoy retiren de esta forma sus talentos de la sociedad?»
Rand: «No, aún no. Pero antes de explicar, deseo corregir una parte de su pregunta. Lo que tenemos hoy no es una sociedad capitalista, sino una economía mixta. Es decir, una mezcla de libertad y controles, que conforme a la tendencia prevaleciente, se mueve hacia la dictadura. «La rebelión de Atlas» se desarrolla en un tiempo en que la sociedad derivó en la dictadura. Cuando esto llegue a pasar en la realidad, será el momento de ir a la huelga, pero no hasta entonces».
E: «Sin llegar a esa huelga, ¿qué cree usted que debiera hacerse para producir los cambios que usted considera deseables en la sociedad?».
R: «Son las IDEAS las que determinan las tendencias sociales que crean o destruyen sistemas sociales. Así pues, el camino es la difusión y defensa de las ideas correctas y de la filosofía correcta. Los desastres del mundo moderno, incluyendo la destrucción del capitalismo, son causados por la filosofía altruista-colectivista. Es el altruismo lo que los hombres deben rechazar».
E: «¿Y cómo definiría altruismo?».
R: «Es el sistema de conducta social que establece que el hombre no tiene derecho a existir por sí, y que la justificación de su existencia es el servicio a los demás; siendo el sacrificio propio el más elevado deber moral, valor y virtud. Esa es la base moral del colectivismo y de todas las dictaduras. Para poder buscar y lograr la libertad y el capitalismo, el hombre necesita de un código de ética racional, no místico y no altruista. Es decir, la moralidad cuyo postulado establece que el hombre no es un animal de sacrificio y que tiene el derecho de existir por sí, sin sacrificarse él para otros, ni otros para él».
Ayn Rand ha muerto, pero no sus ideas. Para aquellos de nosotros para quienes las palabras de Francisco DAnconia y John Galt tuvieron el profundo impacto de provocar un renacimiento interno, podemos asegurar, al igual que este último: «Este no es el final. Es el principio».
COMO IDENTIFICAR LA EXPOLIACION LEGAL
¿Cómo reconocerla? Es muy sencillo. Hay que examinar si la ley quita a algunos lo que les pertenece, para dar a otros lo que no les pertenece. Hay que examinar si la ley realiza, en provecho de un ciudadano y en perjuicio de los demás, un actoque aquel ciudadano no podría realizar por sí sin incurrir en criminalidad.
Perentoriamente debe derogarse tal ley; no constituye solamente una iniquidad, sino que es ella fuente fecunda de iniquidades; porque provoca represalias, y de no tenerse cuidado, el hecho excepcional habrá de extenderse y multiplicarse, transformarse en algo sistemático. Sin duda, el beneficiario chillará; invocará los derechos adquiridos. Dirá que el Estado debe protección y fomento a su industria; alegará que es bueno que el Estado le enriquezca, porque siendo rico, gastará más, derramando así una lluvia de salarios sobre los obreros pobres. Hay que guardarse de escuchar a este sofista, pues es justamente por la sistematización de tales argumentos como quedará sistematizada la expoliación legal.
FREDERIC BASTIAT, 1850.
No Son Los Hombres, es el Sistema
En un sistema de libre economía de mercado, ninguna ventaja pueden obtener los empresarios del cohecho de funcionarios y políticos, no siéndoles tampoco posible a éstos últimos presionar a aquellos ni exigirles nada. En los países dirigistas existen grupos reconocidos de presión que bregan buscando privilegios para sus componentes a costa siempre de otros grupos o personas más débiles. En tal ambiente no es de extrañar que los hombres de empresa intenten protegerse contra los abusos administrativos, comprando a los correspondientes funcionarios. Es más, una vez habituados empresarios y funcionarios a dicha mecánica, raro será que, por su parte, no busquen también privilegios personales , al amparo de la misma. Mientras tanto los consumidores, los supuestamente gobernados, son quienes aprontan las sumas que luego se dedicarán a la corrupción y al cohecho.
Ludwig VON MISES, 1949.