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Año: 27, Junio 1985 No. 583
N. D. En julio de 1979, una coalición encabezada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) derrocó al gobierno de Anastasio Somoza en Nicaragua. Entre esos primeros revolucionarios se contaba Miguel Bolaños Hunter, de 20 años de edad. Bolaños se incorporó al aparato de seguridad del estado Sandinista y ascendió rápidamente hasta llegar a ser oficial de contrainteligencia en la sección F-2, el segundo rango más alto en la organización. Pronto descubrió que las promesas de los Sandinistas estaban vacías. Con el apoyo de Cuba y de la Unión Soviética, Nicaragua se ha convertido en la pieza central del plan comunista para socavar a la América Latina y el canal principal de armamentos y guerrilleros para los insurgentes comunistas en Honduras, Costa Rica y El Salvador. El 7 de mayo de 1983, Bolaños se apoderó de un avión privado y escapó a Costa Rica. Los extractos que siguen, fueron tomados de una serie de entrevistas con Bolaños conducidas por el analista político Richard Araujo, de la Fundación Heritage, durante los meses de junio y julio de 1983, publicadas en el Backgrounder No. 294.
La Revolución y la IGLESIA
Miguel Bolaños Hunter
Hay una nueva estrategia del comunismo en la América Central. Su meta es el control completo, no a través de la revolución generalizada en la región, sino por medio de siniestros pasos graduales. El marxismo está separando a las fuerzas democráticas que se le oponen de sus partidarios potenciales, mientras se disfraza simultáneamente como «progresista» ante la opinión pública mundial. Pronto el comunismo se habrá establecido firmemente, y aquellos que se le oponen todavía estarán preparándose para combatir en la guerra que ya perdieron. Ese es el proceso que se está desarrollando actualmente en todos los países de la América Central.
El objetivo del comunismo es la destrucción gradual de cualquier obstáculo no comunista que le obstaculice su acceso al control total: partidos políticos, libertad de prensa, el proceso electoral, la influencia de la iglesia y el poder de la empresa privada. Todos esos sectores están siendo neutralizados y destruidos en Nicaragua por las fuerzas de la Seguridad del Estado antes de las elecciones de 1984. En ese momento, los sandinistas celebrarán elecciones fingidas para probar a la comunidad internacional su afirmación de la existencia de pluralismo político.
Después del triunfo de la revolución, el Frente Sandinista rechazó a las fuerzas democráticas como el Movimiento Democrático Nicaragüense (MDN) y el Partido Conservador de Nicaragua, que desempeñaron importantes papeles en la revolución, afirmando que el FSLN era la única fuerza que había derrocado a Somoza y era la única alternativa a Somoza. Los marxistas se burlaron del papel de la iglesia católica y del arzobispo Obando y Bravo, quien algunas veces había actuado como mediador entre el FSLN y Somoza. Ahora los sandinistas dicen que el arzobispo Obando y Bravo desempeñó ese papel sólo por interés personal. Esto es parte de la propaganda que usan hoy en su contra. El arzobispo Obando y Bravo siempre mantuvo su neutralidad; criticó al régimen de Somoza así como a la idea Sandinista de una victoria militar.
LA CAMPAÑA CONTRA LA IGLESIA
El proyecto para neutralizar la iglesia, la fuerza más poderosa que se opone a los Sandinistas, está dirigido a la denigración de la Jerarquía eclesiástica, asociándola con la guardia de Somoza e identificándola con Estados Unidos y la clase rica nicaragüense.
Los Sandinistas utilizaron diversas clases de operaciones para conseguir esto. Una de ellas es el uso de turbas organizadas por el gobierno, llamadas «multitudes divinas» por el comandante Tomás Borge. Esas turbas son desplegadas en las parroquias, donde se hacen pasar por católicos devotos. Adquieren poder gradualmente respaldando a sacerdotes que apoyan la revolución. La idea es dividir a la iglesia y hacer aparecer como que la jerarquía eclesiástica es el enemigo y estos sacerdotes «progresistas» están con el pueblo.
Por ejemplo, fue una operación de F-4 lo que desacreditó al padre Carballo, quien fue arrastrado desnudo por las calles y apareció en las primeras páginas de los diarios y en la televisión después de haber sido supuestamente sorprendido por un marido celoso. La mujer con la que se le acusó de haber sido sorprendido era una prostituta sandinista considerada la amante del alto mando. Vivía en las montañas, pero fue enviada a la parroquia del padre Carballo desde el otro lado de la ciudad. Esta mujer se aproximó al padre Carballo y le dijo que era Sandinista y deseaba arrepentirse y pedirle consejo.
Todo el incidente fue orquestado para desacreditar al sacerdote debido a que es el gerente de la estación de Radio Católica. Toda la operación fue orquestada con tanta destreza que, antes del acoso al sacerdote, se habían desplazado turbas frente a la casa, las cámaras de televisión y los fotógrafos de los diarios estaban listos y un oficial de la Sección F-7 fue elegido para desempeñar el papel del «marido celoso» (aunque la mujer es soltera). Frente a la casa fue estacionado un furgón de la Sección F-7 con vidrios oscuros. En su interior se hallaban dos observadores importantes, Lenín Cerna y Tomás Borge, dos de los miembros del directorio gobernante del régimen Sandinista. El agente de la F-7 que se hizo pasar por el «marido» desgarró las ropas del sacerdote dentro de la casa y lo golpeó, arrastrándolo hasta la puerta de la vivienda frente a la cual esperaban las turbas. La mujer, mientras tanto, se despojó de sus ropas, conforme con el plan, y fue llevada a la estación de policía, dando credibilidad a la historia.
En otro incidente relacionado, el arzobispo Obando y Bravo destituyó a un sacerdote pro-sandinista en una parroquia de Santa Rosa. En represalia, las turbas desempeñaron el papel de feligreses y protagonizaron un levantamiento, apoderándose de la parroquia. La turba sacó los sacramentos de la iglesia y convirtió el templo en un refugio. El gobierno filmó el incidente «espontáneo» con fines de propaganda.Las turbas que hostigaron al Papa durante su visita a Nicaragua también fueron organizadas por la Seguridad del Estado. Al mismo tiempo impidieron que grandes cantidades de católicos que deseaban participar en la misa papal pudieran acercarse a Juan Pablo II.
También son manipulados una cantidad de representantes religiosos; de las más prominentes es la Orden de Misioneros Católicos MaryknoII. El ministro de relaciones exteriores de los sandinistas, Miguel DEscoto, es un sacerdote Maryknoll y ex director de la revista «MaryknoII», una publicación católica que publica artículos favorables a los Sandinistas y sumamente críticos sobre los otros gobiernos de la América Latina. DEscoto utilizó su influencia en la iglesia católica de los Estados Unidos para ganarles apoyo a los Sandinistas.
La Orden Maryknoll representa una fuerza católica sumamente influyente en la América Latina y en los Estados Unidos. Los Sandinistas se dieron cuenta de que necesitaban la promoción de un grupo religioso para tener una imagen de confianza en los Estados Unidos. La Orden Maryknoll es sólo una de las varias organizaciones religiosas que respaldan al régimen Sandinista y promueven al FSLN en el exterior.
Nicaragua se convirtió en el centro del nuevo despertar revolucionario. Es el centro psicológico de apoyo para reencender la conciencia revolucionaria. El M-19, los Montoneros, el FMLN, el EGP de Guatemala y los grupos armados de Costa Rica y de la Argentina, y los Cinchoneros de Honduras, tienen todos sus centros de operaciones en Managua. Allí se están preparando para nuevas invasiones a otros países.
La ventana que el comunismo internacional abrió en Nicaragua debe ser cerrada. Esto involucra no sólo ayudar a los rebeldes sino también jugar duro con las fuerzas internacionales que apoyan a los Sandinistas. Esto incluye la Internacional Socialista, México, Venezuela y algunos sectores de Francia. Estados Unidos debe persuadir a estas fuerzas internacionales que corten el apoyo que les brindan a los Sandinistas. Esto pondrá presión sobre los Sandinistas para que se definan a sí mismos y definan su revolución.
UN NUEVO CARDENAL EN CENTROAMERICA
La designación de Monseñor Obando y Bravo como Príncipe de la Iglesia Católica en Centroamérica establece con claridad ineludible la confirmación de la fe cristiana como la fuerza moral que defiende la dignidad de la persona una expresión del designio divino ante el ataque del materialismo totalitario.
El esfuerzo por destruir la fe desde adentro, por medio de los religiosos sometidos al omnisciente estado socialista, ha sido contenido. Hay un nuevo amanecer en Centroamérica.CEES
«La designación por el Papa Juan Pablo II de 28 nuevos cardenales, reforzó el bloque conservador dentro del Colegio de Cardenales y aumentó presuntamente el poder de su Iglesia en el Tercer Mundo». «Todos los nuevos cardenales son descritos por fuentes vaticanas como leales y doctrinariamente conservadores –nada sorprendente, dada la visión papal decididamente conservadora sobre las controversias de su Iglesia...» «La decisión papal de elevar al conservador arzobispo de Managua, Miguel Obando y Bravo, quien se ganó la estima de Juan Pablo con su abierta resistencia al gobierno es significativa».Cable UPI en PRENSA LIBRE