Año: 32, 1990 No. 715

N. D. El Dr. Michael Novak es Teólogo e Investigador residente en Filosofía, Religión y Política Pública del American Enterprise Institute. Entre sus influyentes libros que concilian la economía de mercado y la tradición de la ética social-cristiana, están: El Espíritu del Capitalismo Democrático, Libertad con Justicia, y Las Personas y el Bien Común. Alfonso Esguerra Fajardo es redactor de FL TIEMPO, de Colombia; publicó esta entrevista en abril de este año.

Entrevista con Michael Novak

Por Alfonso Esguerra F.

Mientras que el Socialismo ha tenido en Latinoamérica gran difusión a través de los intelectuales de avanzada, la esencia del Capitalismo Democrático es prácticamente desconocida entre nosotros.

Parecería que los fracasos del socialismo fuesen directamente proporcionales a su divulgación, mientras que la buena imagen del capitalismo fuese inversamente proporcional a sus éxitos.

Desde hace varios años, Michael Novak ha venido analizando el Capitalismo Democrático con el fin de subsanar su más importante falla: la de que sus inventores en 1776 y sus propulsores desde entonces han estado demasiado ocupados practicando el sistema y gozando de sus beneficios como para sentarse a promulgar sus bases filosóficas.

P. ¿Cómo define usted el Capitalismo Democrático?

R . Es un sistema tripartito, compuesto por tres subsistemas, cada cual independiente de los otros dos, pero interdependientes entre sí. El primero es un subsistema político dedicado a proteger los derechos humanos del individuo y de las minorías, suministrando a la vez una estructura dirigida al bien común de todos. El segundo es una economía libre, en la cual la iniciativa económica de todo ciudadano es prote­gida y promovida en aras del bienestar general. El tercero es un orden moral libre y pluralista, de inspiración judeo-cristiana en sus valores fundamentales. A este orden tripartito es al que me refiero cuando hablo de «CapitaIismo Democrático», un orden, imitado ya en unos 40 países, que se ha convertido recientemente en el modelo para las naciones de Europa Oriental y parece que hasta de la Unión Soviética.

P. ¿Cuáles son los objetivos de un sistema Capitalista Democrático?

R . Promover la «libertad y justicia para todos», o como dijo Abraham Lincoln, asegurar una nación «concebida en libertad y dedicada a la propuesta de que todas los hombres son creados iguales». Esta igualdad representa igualdad ante la ley, igualdad en la protección de los derechos fundamentales e igualdad de oportunidades.

P . ¿E igualdad de resultados?

R . Eso no. Una sociedad verdaderamente libre no puede a la vez mostrar igualdad en los resultados. Aún dos hermanos de la misma familia usarán sus libertades civiles de manera diferente. La igualdad en los resultados no es lo importante; lo importante es velar para que nadie caiga por debajo de cierta línea de subsistencia, para que nadie carezca de las oportunidades necesarias para desarrollar sus talentos como lo desee y para que todo ciudadano, sin excepción, pueda ver delante de él un camino promisorio lleno de oportunidades si simplemente se decide a hacer uso de ellas. Ningún sistema humano puede ser perfecto en estos aspectos, pero cada cuál debe esforzarse para alcanzar ese ideal acercándose a él más y más, a través de las generaciones. Una sociedad con oportunidad universal está llena de energía económica, prosperidad y movilidad. Es una sociedad dinámica.

P. ¿Qué sistema económico considera usted que impera en América Latina?

R . Casi la totalidad de los estudiosos en el tema no reconocen hoy en día un verdadero sistema capitalista en los países latinoamericanos. El sistema imperante, por el contrario, es uno centrado en y dirigido por el Estado. Es el modelo precapitalista tradicional que prevalecía en la mayoría de los países de Europa entre los siglos XVI y XVIII. Un número importante de latinoamericanos está siendo privado, a menudo por ley, del libre ejercicio de su derecho a una iniciativa económica personal. En el Perú, por ejemplo, Hernando de Soto ha demostrado que la gran mayoría de los pobres están obligados, sin opción a trabajar en el sector informal de la economía. Para ellos, es extremadamente difícil el establecimiento legal de sus negocios. No existen instituciones crediticias especializadas en otorgar crédito a los pobres y las actividades económicas de una gran mayoría de ellos no solamente no están permitidas o promovidas por la ley, sino que en ciertos casos están criminalizados. Este es el mayor obstáculo para una revolución capitalista genuina.

P. ¿En qué consiste esa revolución?

R . Consiste enla apertura de las actividades económicas a todos los ciudadanos y en especial a los pobres, a los de abajo. Dios les da talento empresarial a los pobres de manera aún más abundante que a los ricos. Algunos de los talentos empresariales más grandes en los Estados Unidos, en Corea, y en otras partes del mundo han surgido de las huestes de los más pobres. Es muy importante que las sociedades reconozcan que Dios hizo a todos los seres humanos a su imagen y semejanza y que El, inalienablemente los dotó de creatividad, incluyendo creatividad económica. Es fundamental que los sistemas legales de las naciones respeten esta creatividad.

P. ¿Y el dinero para llevar a cabo la revolución Capitalista de dónde sale?

R. La causa primordial de la riqueza de las naciones es el capital humano, y no la riqueza de sus recursos naturales: este fue el argumento más importante que esgrimió Adam Smith hace más de doscientos años. Juan Pablo II lo ha re­conocido también al basar su pensamiento económico en la doctrina de la creación. El ha colocado también en sitio preeminente el derecho fundamental que tiene todo individuo a la iniciativa personal, basada en la creatividad con que Dios dotó a todos los seres humanos. Solo aquel sistema que garantice el derecho a la creatividad en todos los campos, de todas las personas de los pobres, sobre todo en un sistema capitalista verdadero. Los demás son siste­mas arcaicos de privilegio y control estatal.

P . Nuestros intelectuales de avanzada sostienen que nuestra dependencia de los países industrializados, y en especial de los Estados Unidos, es la causa primordial de nuestro subdesarrollo. ¿Está usted de acuerdo?

R Los hechos no respaldan esa teoría. Aunque estos intelectuales de «avanzada» le digan a usted que las causas de la pobreza de las naciones menos desarrolladas son los vínculos que mantienen con los países desarrollados, acto seguido le dirán que el rompimiento de esos vínculos, como en el caso del embargo económico a Nicaragua por parte de los Estados Unidos, es la causa de la pobreza de los países menos desarrollados. Esta es una teoría vacía que no explica nada.

P .¿Por qué salieron del subdesarrollo los países del Sudeste Asiático mientras que nosotros los latinoamericanos seguimos sumergidos en él?

R. ¿Porque la riqueza de los pueblos no se encuentra en sus recursos naturales. De ser así, Brasil sería inmensamente rico y Japón tremendamente pobre. El origen verdadero de la riqueza de las naciones está en el capital humano. En la creatividad de sus ciudadanos. Aquellos países que han construido los sistemas políticos que mayormente liberan y respaldan la creatividad de sus ciudadanos, se enriquecen rápidamente aún sin tener recursos naturales.

P . Entonces, ¿qué debe hacerse para estimular la creatividad de los ciudadanos en países subdesarrollados como el nuestro?

R . Una de las acciones más importantes es el desarrollo de un sistema de educación universal práctica para todos los ciudadanos de una nación, y en especial para los pobres. Dios prodiga sus talentos en los muy pobres y es importante para el bien común de cualquier nación, el descubrir estos talentos tempranamente, alimentarlos y permitirles que fructifiquen. Una sociedad genuinamente capitalista evoluciona de abajo hacia arriba, liberando el talento de lo muy pobres.

P . ¿Pero acaso el capitalismo no consiste en el enriquecimiento de los de arriba con una decantación hacia abajo de la riqueza generada?

R . Por el contrario. La riqueza de las sociedades capitalistas brota de abajo. Comienza en el fondo, proviene de la energía y creatividad de los pobres quienes gracias a un sistema político benévolo y bueno pueden cosechar el fruto de su creatividad.

P . ¿A qué se refiere cuando habla de un sistema político bueno?

R. A un sistema de educación y oportunidad universal, con leyes cuerdas y fructíferas que premien y apoyen la creatividad económica del individuo. Recuerde que el tipo de capital más importante es el capital humano. Aquellas naciones que hacen el mayor uso de este capital son las que verdaderamente son naciones capitalistas.

P . ¿O sea que un sistema político bueno es cualquiera que permita una economía capitalista?

R. No propiamente. Una economía capitalista requiere de un sistema de gobierne democrático y deun orden moral y cultural pluralista. Estas tres libertades van juntas: Libertad Económica, Libertad Política y Libertad Moral y Cultural.

EL MERCADO Y LA DIGNIDAD

«La vida nos ha llevado a la transacción hacia el mercado. Debemos restituir a la gente su sentido natural de ser sus propios dueños. Y sólo una economía normal -la de mercado- puede hacer esto».

Mikhail Gorbachev, 1990, Discurso ante el Soviet Supremo.