Año: 34, Mayo 1992 No. 750
OCHO RAZONES PARA NO PRIVATIZAR
Por Ada Mandolini, Sofía Hernández, Haraldo Duarte
1. La incertidumbre deI manejo honesto del proceso de privatización.
Eso podría ser un problema serio si los encargados de la privatización fueran unos corruptos y en lugar de entrar el monto de las ventas a las arcas nacionales se robaran buena parte del pago de las empresas privatizadas, por tanto, es indispensable que esta privatización se lleve a cabo bajo una estricta vigilancia que puede costar más.
Este punto no debe ser un impedimento para la privatización, ya que aunque sería un gasto en un momento, sería el último gran gasto que crearla esa empresa estatal deficitaria. Al ser privada se cortarían los gastos y pérdidas continuas que ha causado.
2. Pocas manos controlarán los servicios y las empresas privatizadas.
Si esto fuera una preocupación, se podrían vender las empresas con cláusulas como: «no se podrá adquirir más del 10% de las acciones por dueño»; pero esto no es realmente un problema, ya que corporaciones o empresas interesadas en comprar una gran parte de las empresas las podrían de todos modos adquirir tarde o temprano y no representa el riesgo que se cree si la empresa privatizada opera en un mercado en competencia.
Si las empresas están en pocas o muchas manos no es el punto, el punto es que sean privadas y sin privilegios gubernamentales, lo que las obliga a ser eficientes.
3. Desaparecerán muchas fuentes de empleo.
Esta presión la ejercerán los sindicatos de las empresas estatales para evitar la privatización temiendo que con ello venga el desempleo de sus afiliados. Con la privatización se pretende hacer rentables a las empresas. Al ser rentables habrá crecimiento. Lo que podría ser una contracción del empleo inicial, como parte de hacer a las empresas más eficientes, será en el largo plazo un crecimiento del empleo al aumentar la oferta del servicio.
Para todos es claro que los servicios públicos están en la actualidad por debajo de la demanda, por lo que siendo rentables las empresas, se puede prever un potencial ilimitado de crecimiento. Ilimitado si lo analizamos desde el punto de vista del crecimiento de la población y de una economía de mercado.
4. Las empresas dejarán do cumplir la función social que tienen con el Estado.
Se dice que no es posible la privatización, ya que el Estado cumple una función social de llevar servicios a precios bajos a toda la población de escasos recursos que es la mayoría.
Las actitudes paternalistas del Estado son las que han sumido ha nuestro pueblo en un estado de oposición al cambio, es un pueblo acostumbrado a pagar poco por los servicios y con esto ha condenado a un importante sector de la población a la ausencia total de servicios. Las empresas de servicios manejadas por el Estado no pueden, según podemos ver en las estadísticas, seguirle el peso a la demanda.
Al ser privatizadas las empresas, pretendemos lograr la competitividad, que garantice la calidad y cobertura de los servicios que se prestan a la población. La competencia viene a introducir entre empresas competidoras la lucha por los 0recios bajos, lo que a la larga vendría a estabilizar los precios. Vale, la pena hacer la siguiente reflexión: si por una motivación social se mantienen las tarifas de los servicios públicos por abajo del límite rentable y con ello se impide el crecimiento de la oferta, ¿qué desempeño social tiene el Estado para con aquéllos que no pueden ser integrados a los beneficios de la sociedad por no llevarle el paso al crecimiento de la demanda? ¿No sería más justo que todos pagáramos un poco más, pero que todos tuviéramos agua, luz, teléfono, etc. y no solamente quienes gozan del subsidio de la población que no recibe los beneficios?
5. Se crearán monopolios privados:
Deberá estudiarse el mecanismo que impida la formación de monopolios privados. En la fase de privatización, dependiendo del análisis específico que se haga a cada empresa, el Estado deberá velar por que los servicios no puedan ser monopolizados ya que en la libre competencia, que se plantea como requisito indispensable, estará la clave para alcanzar precios bajos, calidad y sobre todo oferta creciente al paso de la demanda. En el caso del INDE, EMPAGUA, FEGUA sería conveniente adjudicar a varios dueños le posibilidad del suministro de servicio para que alcancen la eficiencia en función de la competencia.
6. Subirán los precios de los productos y servicios.
No es posible que las empresas privadas suban sus precios a su antojo, más allá de lo que el cliente esté dispuesto a pagar.
Muchos argumentan que el eliminar los privilegios y exenciones fiscales con que cuentan las empresas actualmente incrementarán tanto los costos que los precios deberán subir, y aquí existen varios errores; los precios, primero que nada, son determinados por la oferta y demanda, no por los costos; además, al operar eficientemente los costos deben reducirse en gran medida ya que todos sabemos que por no haber responsables directos, las empresas del Estado son altamente ineficientes.
La competencia además obliga a pelear en el mercado con los precios más bajos posibles.
7. Eliminará de esta forma algunas de las herramientas que el Estado tiene para controlar la Economía del País.Aquí si tenemos que aceptarlo. Definitivamente se le quita al gobierno una forma de manejar la economía o de influir en ella. Pero, cabe preguntarse, ¿qué mejor que esto le puede suceder a un país? Latino América ha demostrado a lo largo de su historia que el manejo de la economía por parte de los gobiernos es un método totalmente inefectivo; en la medida en que se pueda limitar al gobierno a interferir en la producción de bienes y servicios por parte de la empresa privada, tanto mejor será el rendimiento de éstos.
Es grave el daño que esta forma de gobierno ha causado a nuestros países, y en el caso de empresas estatales, este daño va más allá de lo que la persona común piensa en un determinado momento.
El daño que la gente mira normalmente radica en los desembolsos que el gobierno tiene que hacer para cubrir el déficit de sus empresas; pero, ésto es una minúscula parte, ya que no podemos ver qué empresa o qué inversión se dejó de hacer para que el gobierno dispusiera de ese dinero.
Además, podemos analizar otro detalle más dramático. Podemos por ejemplo, imaginar: ¿si Guatemala hubiese siempre contado con ferrocarriles eficientes, cuántos pueblos y ciudades habrían comerciado mucho más de lo que hacen hoy en día?, ¿Cuántos empleados de ferrocarriles habrían tenido sueldos altos y con éstos, cuántos habrían fundado o abierto quizá algún pequeño negocio? ¿o cuántos comerciantes utilizando el ferrocarril habrían invertido en lugares apartados del país creando más fuentes de empleo que a su vez mejoran el nivel de vida de le población? Imagínese esto operando durante 40 años. ¿Puede usted calcular los beneficios que se han dejado de percibir por no tener ferrocarriles eficientes?
8. Estado tendrá que pagar los bienes y recursos que consuma.
Esta es otra excelente forma de controlar los gastos del gobierno. Además, se recibirá el ingreso de la venta y el total de impuestos generados por todas estas empresas ya privadas. Los recursos que el Estado consume siempre se tienen que pagar de la bolsa de los contribuyentes. La privatización lo que promueve es transparencia en esos costos.
Podemos ver en resumen las ventajas y desventajas principales de las empresas privadas Vrs. las entidades estatales:
Empresa Privada:
Todos son responsables de sus actos, pues son dueños de sus empresas y les interesa cuidar su propiedad.
El que no produce o produce mal se va; quiebra: la gente no compra lo que no necesita. El mismo individuo es el que decide dónde invierte su dinero, y cuánto pagar o no por un servicio o producto.
La empresa privada fomenta competencia.
En el libre mercado los consumidores deciden con sus compras quién maneja bien los recursos y quién no pues el que produce caro no vende: es decir, cada persona con su dinero emite un voto a favor o en contra de quienes manejan los recursos.
Entidades Estatales:
Predomina la irresponsabilidad. Nadie es dueño de nada y no les importa.
Los malos manejos se diluyen generalmente en múltiples comisiones evaluadoras e investigadoras que emiten cientos de informes y llenan tantos expedientes y no se castiga jamás al culpable.
El Estado es una entidad que no sabe ni quiere competir. Fomenta una competencia injusta subsidiando a sus empresas y a veces otorgándoles monopolios.
En el gobierno, en el mejor de los casos, el individuo tiene que contentarse con que la persona que eligió entienda bien lo que él quiere que se realice. Es decir alguien más decide cuánto debemos pagar por un producto, sin consultarnos siquiera por esto
Privatizar tiene que verse con criterio de defender el bienestar general, el bien común, y no solamente de negarse a las presiones políticas de la burocracia, que quiere seguir exprimiendo a la gallina de los huevos de oro , sin dar nada a cambio al pueblo que vaga la cuenta.
Juan F. Bendfeldt